sábado, 27 de enero de 2007

Como una roca...


"Cuanto más piadosa se volvía su oración, menos tenía que decir. Al final se volvió silencioso y, lo que es todavía mucho más contradictorio con el hablar, se convirtió en un oyente. Al principio pensó que rezar es hablar, pero aprendió que rezar no solo es un simple callar, sino oir. Y así es: Orar no quiere decir escuchar lo que uno habla. Orar quiere decir permanecer quieto y silencioso, hasta que el orante escucha a Dios".
(Biógrafo de Kierkegard)

Y si no se escucha a Dios, da igual... permanecer quieto, callado. Al acecho y estar como una roca, o una planta o un insecto, ¿Que más dá? Si sabemos que El esta ahí, por que no puede estar en otra parte... no hay parte...hay TODO y El lo llena... ¿O no es así?

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